La Enfermedad Hepática no Alcohólica abarca un amplio espectro que va desde el Hígado Graso hasta la Esteatohepatitis no Alcohólica (grasa en el hígado que está provocando inflamación y daño), esta última pudiendo terminar en cirrosis. El hígado graso es la enfermedad hepática más común tanto en niños como en adultos.
Existe tres fuentes principales para el incremento de la grasa en el hígado:
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El hígado puede recibir excesivas cantidades de ácidos grasos provenientes de los depósitos de grasa subcutáneos y de los que se encuentran alrededor de los órganos abdominales.
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El hígado es un órgano que tiene la habilidad de fabricar grasa y esta puede quedarse depositada en su interior.
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Si la persona incrementa del consumo de grasa, ésta llegará al hígado y se depositará allí.
Qué hacer si tenemos hígado graso?
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Lo fundamental en buscar una asesoría nutricional para seguir un plan de alimentación acorde a nuestra edad, peso, estatura, genero, gustos, horarios, etc. Normalmente se debe restringir el consumo energético a 30 kcal/kg/día
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Realizar ejercicio aeróbico (caminar 30 minutos diarios o caminar más de 5 km/d tres veces por semana).
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El plan de alimentación debe ser bajo en grasas saturadas, azucares simples y grasas trans
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Si la persona necesita bajar de peso, la disminución debe ser gradual pues al bajar muy rápido (más de 1.6 kg por semana) se corre el peligro que los ácidos grasos que se encuentra debajo de la piel y los que se encuentra alrededor de los órganos internos, al salir de sus sitios de origen vayan al hígado y agraven el problema.
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Se debe manejar las enfermedades concomitantes como la Diabetes Mellitus 2, el Colesterol Alto, la Hiperinsulinemia (insulina elevada).
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Se recomienda usar vitamina E (400 a 800 IU/d) y vitamina D (1000 IU/d).
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Se aconseja consumir Ácidos Grasos Omega 3 que los podemos encontrar en el aceite de canola, soya, pescados de agua dulce, etc y Acidos Grasos Omega 9 que se encuentra en el aceite de oliva.
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Se debe evitar las carnes procesadas como embutidos.
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Se recomendará tomar medicación para el control de la Resistencia a la insulina cuando el caso así lo amerite.
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Hay estudios que asocian el consumo de fibra y te verde con menor riesgo de padecer hígado graso.
Dra. Mónica Reyes P.
Médica Nutrióloga